“Queremos construir un país liberado, una nación independiente y un pueblo feliz”

Reproducimos los párrafos más salientes de Víctor De Gennaro en el Congreso de UP que lo proclamó precandidato a Presidente.

Víctor De Gennaro en el Congreso UP“Había pensado otra cosa pero cuando vi entrar a un compañero que quiero y admiro mucho, me pareció que era lo que quería hacer. Por eso, me tomé el atrevimiento de traer, de pedir una muestra de esta construcción. Como ustedes saben, ayer nosotros, como reivindicamos ser un Instrumento Electoral por la Unidad Popular, nombre que fue vaya si masticado ¿no?

Porque reconocer que estamos haciendo un partido, pero que no es un partido más. Sino que estamos haciendo otra cosa que un partido. Hay que hacerlo, pero hay que construir otra cosa que sirva como herramienta electoral de esa Unidad Popular. Le pusimos “Instrumento Electoral por la Unidad Popular” y ahí dijimos “la Unidad Popular es más grande que nuestro partido”. Nuestro partido es un instrumento, la Unidad Popular es el objetivo. Ahí está el poder.

Y por eso ayer fue una alegría que nomináramos a compañeras y compañeros de esa Unidad Popular, en el campo de los DDHH, como Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas. De la cultura, como Isabel Rauber, que está acá y que realmente es un honor que la podamos distinguir entre esos que se animaron a tirar de la piola del pensamiento. A compañeras y compañeros de distintas militancias. Nombramos a uno entre ellos que se votaron ayer.

Fuimos tan prudentes, que a esos 15 compañeros les vamos a hacer un acto aparte. Porque no queremos que ninguno dude que son referencias mucho más allá de nosotros, que son expresiones y que encarnan muchas luchas más allá de nosotros. Y que no podía ni siquiera dudarse con respecto a lo que significa la construcción de este Instrumento Electoral. No dudo que vamos a, casi seguro, no sé, los que van a votar, pero vamos a tratar de que nos ayuden, pero eso será una cuestión de ellos.

Y dijimos que lo íbamos a hacer en otro momento el acto, pero cuando vi entrar a un compañero que no va a estar, que está de casualidad –algunos creen en la casualidad, otros en la Providencia, creemos– estaba en la Argentina. La Providencia hizo que estuviera en la Argentina y que para mí, que quiero y admiro mucho, representa algo que está en la base, en el núcleo de lo que muchos compañeros y compañeras dijeron hoy desde eso que Carlos Slepoy tituló “Desde la Cárcel”, que era la misma crisis que teníamos todos.

Él se fue a España con la opción, salió de la cárcel con la opción. Se terminó de consagrar de abogado. Y allá sufrió el atentado por defender a alguien que estaba siendo atropellado por la policía en las calles y le pegaron un tiro en la médula, quedó inmovilizado y parapléjico. Yo estuve con él ahí en Toledo, si no recuerdo mal, ahí en esa montaña de Toledo. Y donde dijo: “allá, en aquel hospital, estaba tirado e inmovilizado, la primera alegría en tres meses fue cuando moví el dedo gordo”.

Desde ese lugar, volvió y fue el compañero que se animó a ponerle el cuerpo, la inteligencia, la militancia y sobre todo la fe para hacer el juicio, que después de la movilización de los 20 años que hacíamos acá en la Argentina, porque no olvidamos ni perdonamos, hacer el juicio frente la Justicia Española y lograr que se definiera que hubo un genocidio en la Argentina.

Carlos Slepoy está acá hoy con nosotros y sin lugar, el que hizo posible sacar desde ese lugar y demostrar que ese genocidio no lo vamos a olvidar, no lo vamos a perdonar, y que abrió las instancias para que hoy toda la humanidad sepa que sin lugar a dudas va a haber justicia. ¡Carlos Slepoy!

Lo que le estamos entregando a Carlos lo hizo el compañero Juan García.

-El metal es un material duro, noble, se dobla pero no llega a separarse, se mantiene unido por la parte superior, la fuerza ejercida para doblar y cortar la pieza no llega a separarlas. Representación de las personas o cuerpos a los que pueden intentar dividir, pero mientras una parte de encuentre unida con fortaleza, no podrán hacerlo. Unidos por la parte superior, la cabeza, donde mantenemos firmes las convicciones personales y grupales. El óxido de la superficie representa el paso del tiempo, éste sumado a condiciones externas, hace que la apariencia empiece a cambiar de color, de textura, pero por dentro el material siempre es el mismo. Como sucede con las personas, que siguen siendo firmes y fuertes a pesar del paso del tiempo.

Slepoy: “Les agradezco profundamente este calor”

“Prometo que venía como un simple asistente a este evento, porque para mí es muy importante. Y voy a tratar de explicar brevemente por qué. Me sorprende esta situación y le pedí a Víctor que no me hiciera hablar, pero como siempre él hace lo que quiere.

Digo brevemente que en diciembre del año ’97 lo conocí a Víctor personalmente, nos presentó nuestra querida e inolvidable Adriana Calvo en la Plaza de Mayo.

Previamente en el exilio de Madrid, donde teníamos una asociación de DDHH, vivimos el nacimiento de la CTA, vimos los videos, los vídeos, ya no sé bien cómo se dice, si videos o vídeos. El Congreso en el Luna Park, con Germán, con Víctor. Y en ese momento, nosotros llevábamos andado algo en el camino de los juicios de Madrid. Hablamos entonces de la posibilidad de que la CTA se hiciera presente en esos juicios. Y hablamos de cómo entendíamos desde allí y cómo se podía entender desde aquí de cómo podían hacerse presentes.

Yo sugerí entonces de que por parte de todas las seccionales de la CTA en todo el país se hicieran los listados con la mayor concreción posible de los trabajadores desaparecidos. Y esto en un trabajo realmente extraordinario, teniendo en cuenta que era verano además. Se hizo rápidamente y se logró recopilar prácticamente el nombre de 10,000 trabajadores desaparecidos.

Una delegación que componía Víctor, en el que estaba Víctor Mendivil, en el que estaba Alberto Piccinini, Alberto Morlachetti, Juan Carlos Camaño y Marta Maffei, espero no olvidarme de ninguno, se presentó ante el Juez Garzón. Y en ese momento… hay momentos inolvidables en la vida de una persona, y ese fue un momento inolvidable para mí. Porque en ese momento, esa idea que teníamos de acreditar que había habido un genocidio en nuestro país se corporizó.

La masacre cometida con los distintos grupos sociales de Argentina, pero específicamente con aquellos sectores del Movimiento Obrero que enfrentaban la dictadura y que luchaban por una sociedad distinta, era la muestra más acabada del genocidio. Y la presentación de la CTA dio cuenta de eso.

Tendría mucho que decir. Yo lo que, en todo caso, lo que sí quiero decir es que a partir de ese momento, muchos allí como aquí soñábamos con este momento. Soñábamos, por todo lo que significaba entonces y lo que significa hoy, Víctor, de alguna manera él optara a encabezar la Primera Magistratura del país. Sabemos que los tiempos son distintos. Esto no va a ser posible en las próximas.

Pero yo vengo de una experiencia en España, que espero tengan en cuenta, no por las… sino por el fenómeno social que significó. Hace cinco meses irrumpió en la política española una formación política llamada “Podemos”, que recogió el gran movimiento de indignados, el movimiento social que existe en España. Participó en elecciones al Parlamento Europeo, cuatro meses después de su constitución, y sacó 1,200,000 votos. Cuatro meses después. Y recogieron, si no me equivoco, cerca de un 10% de los votos. En este momento, mide un 23% de los votos.

Quiero decir que hoy los resultados pueden ser escasos, tal vez, no sé, no estoy en condiciones de decirlo; pero lo importante, como aquí se dijo, es sentar las bases de un movimiento que tenga las cosas muy claras acerca de lo que hay que hacer. Y que esté representado y simbolizado por aquellas personas que representan la historia de nuestro pueblo ¿no? Y qué mejor que Víctor para esa tarea. Por tanto, para mí es un momento de mucha emoción, celebro enormemente haber estado aquí en este momento, les agradezco profundamente este calor”.

 

De Gennaro: “Somos sobrevivientes pero merecemos vivir”

Y sí, ya nos bajó línea, viste, ya nos dijo todo lo que hay que hacer; pero realmente para mí la casualidad o la Providencia lo puso en el lugar adecuado. Porque en realidad somos sobrevivientes. Acá hay un hálito de sobrevivientes. Del último genocidio, porque bien se dijo acá que nos estamos juntando con los sobrevivientes del primer genocidio de hace 500 años.

O del segundo genocidio del Siglo XIX cuando, aunque muchos lo nieguen, mucha población de esa raza negra que construyó nuestra patria y participó en las luchas libertarias, en nuestra América, también se transformó en un genocidio. Y nuestros morochos de labios gruesos y tantos rasgos que tenemos de ese mestizaje, que nos forma en esta Latinoamérica Indo-Ibero-Afro-americana, nos marca a las claras todo los días de dónde venimos. Y que ese genocidio nos transformó en sobrevivientes.

Y yo creo que… Hoy yo siento algo que es un… desbordado por todas las cosas que han dicho los compañeros, pero que ese día lo dije. Ese día frente al Juez Garzón, que cuando me tocó hablar, era el que presidía esa delegación, temblaba como una hoja, eso es ser una hoja en la tormenta; pero frente al poder es tener toda la fuerza de la historia que uno representa. Le dije algo que sostengo hoy acá, que yo estoy de casualidad porque podía no haber estado.

Pero estoy seguro que si yo no estaba, iba a haber algún compañera o compañero mío que iba a estar en este mismo lugar, denunciando en aquel momento y hoy abriéndole la puerta a una esperanza. Porque los 30,000 compañeros, los Germán, Quagliaro y todos y cada uno de ellos están hoy acá para decir que no pelearon y murieron por un capitalismo en serio sino para asumir la puerta a la esperanza de transformar la sociedad y realmente construir la felicidad de nuestro pueblo.

Somos sobrevivientes, compañeras y compañeros, pero merecemos vivir. Hay que animarse de una buena vez a transitar conscientemente eso que es de la sobrevivencia a la vida. Y para eso hay que animarse. Ser sobreviviente es una cosa espectacular. Yo conocí a Claudio siendo el Secretario Ejecutivo de Pérez Esquivel. O sea cuando lo nombraron a Pérez Esquivel “Premio Nobel de la Paz”. Y haciendo un homenaje a Pérez Esquivel en el Sindicato de Camioneros de Ricardo Pérez ¿no?, que en ese momento era Secretario General de Camioneros y estaba cerquita de la CGT, en la calle Brasil. No lo pudimos hacer en la CGT de Brasil. Había… no estábamos muy de acuerdo con algunos ahí adentro, no les gustaba. Y lo hicimos ahí, porque en la pelea esa nos fuimos formando. Éramos sobrevivientes. Y ser sobreviviente es algo que yo creo que hay que reivindicar. Acá habemos muchos.

Ser sobreviviente, cómo no lo vamos a respetar. Hoy algunos se creen que son dueños de los Derechos Humanos. Algunos creen que las leyes de Obediencia Debida y Punto Final cayeron porque sí. Hoy creen que eso es lo que garantiza que haya asesinos y genocidas presos. Debería haber muchos más si hubiera ese juicio de genocidio en España, para ser justos. Scilingo tiene más de 2,000 años ¿no? Porque entraba y salía en la ESMA. Acá hay que demostrar en un juicio penal que los vieron matar o torturar. Los sobrevivientes fueron secuestrados y se tenían que bancar que cuando los llevaban en aquel momento, dijeran “por algo será”.

Y lo peor, se tuvieron que bancar años y años, que después los que sobrevivieron tuvieran que soportar que había un run run que decía “por algo será que están vivos”. Y se la bancaron para llegar hasta hoy, donde pudieron vomitar los nombres de los nombres de los asesinos y los torturadores. Si hoy hay presos, esos genocidas, no es porque nadie se los regaló, sino por la fuerza de los sobrevivientes, que declararon en cada juicio, diciendo: “Vos, vos, vos… son los responsables”. Esos son los sobrevivientes que tenemos, que sí agradecerles su valentía, su esfuerzo, su coherencia y su conducta.

Cómo no vamos a querer a los sobrevivientes. Cómo no vamos a admirar a los sobrevivientes. De ahí venimos, pero no alcanza, compañeras y compañeros. Ser sobreviviente a veces trae otro tema, que es no arriesgar lo que tenemos. Para sobrevivir en aquella época, nosotros aprendimos a negar nuestro deseo. Explicitar nuestro deseo era la posibilidad de que te maten. No podías decir lo que querías, lo que sentías, lo que amabas, lo que soñabas, porque podía ser la muerte. Ser sobreviviente es estar dispuesto a arriesgarse si hay que resistir. Y vaya si este pueblo resiste. Resistimos una y otra vez. Resistimos y nosotros somos parte de esa resistencia y yo me siente orgulloso de eso.

Pero hay algo que falta y es abrir una puertita a la esperanza, a poder decir que tenemos derecho a vivir. No sólo a sobrevivir. Por eso, usan el terror permanentemente, porque saben que dicen “va a venir alguien peor, va a ser peor”. Y hay que aguantar. Y siempre estamos ahí.

Estamos en la actitud del sobreviviente, pero a mí me enseñó alguien que era el que menos esperaba, me enseñó alguien que cuando en 1970, transitando el camino a Machu Pichu, pensando en buscar cosas que uno buscaba en esa época de la juventud, alguien en Bolivia dijo “cuando los pueblos de acá”, en esa Puerta del Sol, “cuando los pueblos de acá sean capaces de recuperar su historia, van a ser el eje de una transformación en nuestra Latinoamérica y en el mundo”.

A mí me sonaba disparatado, la verdad. Quién iba a decir que yo, veinte años después, hasta hace veinte años, puedo decirlo, quién iba a decir que yo iba a decir que la Argentina tenía que ser plurinacional o multicultural. Hay que abrir.

Y en aquel momento nos planteaban eso y nos mostraban que había algo fundamental. Y hubo alguien que juró en la Constitución de Bolivia, pero el día anterior ante esa Puerta del Sol dijo que se acababan 500 años de resistencia para empezar 500 años de Gobierno propio. Y empezó a haber un cambio.

Y por eso hay compañeras y compañeros, esos que resistieron, cambiándose el nombre, ocultando el deseo, jurando a otros dioses, hoy son los que están en la vanguardia de la lucha y en esta última década son los que han puesto la mayoría de los muertos, defendiendo, como lo hacen los Pueblos Originarios la tierra, el futuro, la posibilidad de una vida y una sociedad mejor.

No alcanza con sobrevivir. Hay que gobernar. Y yo me la creo. Ah, ustedes mucho chachara chachara, pero yo creo que es eso. Porque el gobierno no es el día que llegamos, es hoy. Uno no gobierna cuando llegó, empieza a gobernarse hoy. Y venimos gobernando, como dijo una compañera, desde hace mucho tiempo el destino nuestro. Lo que decidimos, lo que orientamos, lo que apostamos, lo que queremos. Gobernar es un proceso de autodeterminación consciente, es apostar a nuestro pueblo porque ahí el poder. Pero organizar la voluntad consciente para hacerlo realidad. Ese es el desafío que tenemos. Y eso es empezar a gobernarnos. Lo otro es la legalización de gobernar.

Estamos por cumplir 30 años que ganamos ATE, 30 años. Para ganar ATE tuvimos que hacer las movilizaciones más importantes de una agrupación, ANUSATE. Teníamos los conflictos y la organización nuestra. Tuvimos que tener la suerte de que nos votaran, además, nuestras compañeras y compañeros. Pero además de eso, para que nos dieran cobertura, hasta tuvimos que tener la bendición, gracias Carlos, hasta del Papa tuvimos la bendición en aquel ANUSATE. No te digo, pero nos conoció el Kremlin y sabían de nosotros la Embajada, hasta eso.

Ahora, eso sí, cuando fuimos a votar a cada lugar, no solamente tuvimos que tener la fuerza de nuestros compañeros poniendo los votos sino que tuvimos que tener un fiscal y un compañero y un abogado. No voy a decir lo que no se puede decir, pero había que prepararse con todo. ¿Para ganar ATE…? ¿Se imaginan, para ganar el país lo que vamos a tener que organizar y militar y proyectar y avanzar? Nosotros sí tenemos una voluntad política consciente, que hemos votado y decidido en esta Unidad Popular, pero para gobernar la Argentina, necesitamos organizar y ganar a los millones y millones que en el pueblo argentino, sin lugar a dudas, son los que van a protagonizar las gran epopeya de volver a recuperar la Patria para los argentinos y no para los que se la están llevando.

Me acuerdo de un cartel. El primer cartel de aquella vez fue “RECUPERAR ATE ES POSIBLE”. Mirá vos el cartel. No comparen. No comparen. Porque si vamos a fondo, no sé cuántos creen que vamos a gobernar, que les gustaría no tengo duda. Así que yo agarro todo el afecto porque lo voy a necesitar. Claro, lo voy a necesitar. Porque para que yo sueñe, tienen que soñar ustedes y para que sea posible y yo lo sienta, tienen que sentirlo ustedes. Por eso es tan importante eso, sentir que es posible.

El segundo cartel que sacamos en ATE fue: “RECUPERAR ATE NO ES SÓLO POSIBLE SINO ES NECESARIO”. Sin comparaciones. Y lo más complicado de todo fue que no solamente fue posible sino que era necesario, sino que además ganamos ATE. Por eso, no tengo dudas, compañeros, que hoy estamos poniendo otra vez más la voluntad política, para organizar en serio la posibilidad y la necesidad de que los argentinos gobernemos nuestro destino definitivamente.

¿Quién será el candidato a Presidente? Ah, eso… yo por ahora, acepto… No, no, sí. Claro que sí. Y la casualidad o la Providencia se hacen en un momento muy especial, porque la posibilidad no es una cuestión teórica, es una cuestión práctica. Nos cuesta pensar en ese protagonismo que es. Y venimos de protagonizar, hace muy pocos días, algo que nos tiene que hacer ver que hay posibilidad y necesidad si nos animamos. Es el tercer paro nacional en 2 años.

A Menem le hicimos un paro nacional a los 5 años. Lo convocamos desde la Plaza de Mayo. Me tocó a mí, hablar primero y convocarlo: “el próximo 2 de Agosto, paro nacional”, al final de la Marcha Federal. ¡Miércoles! Pero no es que lo dijimos, lo hicieron. Con la crisis de conducción que tenemos en nuestro país, con la crisis de organización de los trabajadores, con la persecución, millones de trabajadores lo hicieron en aquella oportunidad. Esta vez, tardamos 9 años. Cómo uno no va a pensar en que pasaron cosas en los primeros de esta década primera del 2000. Pasaron 9 años para que los trabajadores hiciéramos nuestro primer paro nacional. Fue el 20 de noviembre del 2012.

Pero a partir de ahí, empezó un tobogán en el Gobierno. Claro, quién va a decir que perdieron las elecciones del 2013 porque los trabajadores le dijeron “no” al Gobierno. Sí podían decir que las elecciones del 2009 las perdió el Gobierno, porque hubo una rebelión del Campo con la Mesa de Enlace. Eso sí lo pueden decir. Pero cómo le van a otorgar poder político a una clase trabajadora, que decidió claramente decir “basta”. Y a partir de ahí, no remontan más. A partir de ahí, la clase trabajadora viene mostrando que aún con todas las debilidades, dice “basta”.

 

“Hay que cambiar y animarse a pensarlo”

Y ojo, compañeras y compañeros, por lo menos yo lo tomo así. No le dice “basta” solamente al gobierno kirchnerista, le dice “basta” a todos los sistemas partidarios que no se animen a hablar de los problemas y la solución de los problemas de la gente. Le dice “basta” a lo que se está viviendo, a 7 de cada 10 hogares que no llegan a fin de mes, o a 3 hogares de cada 10 que están viviendo en la pobreza. Le dice “basta”, es un grito desesperado para decir que quiere cambiar y que hay que cambiar y animarse a pensarlo.

Ahí está la fuerza, no es solamente la fuerza del paro. Hay muchas más, pero es una cosa importante para nosotros. Porque yo tuve el privilegio de, con Marta Maffei… ¿está Marta o se fue? Ahí está Marta. ¡Ídola! Tuvimos el privilegio con Marta de estar en lo que algunos decían en ese 2002 “se vota la autocrítica nuestra del 2001, compañeros”. Es que no teníamos quién viene. Pudimos decir “que se vayan todos”. Intentamos balbucear otra cosa, pero no pudimos. Era más fuerte el “que se vayan todos”, porque había un alto componente de ellos también gestando ese 2001. Ellos sí se prepararon para lo que seguía. Nosotros, además del “que se vayan”, que además no se van, sí, el que sueña que se van… Yo lo siento pero ustedes me tiran una que me gusta, pero que no es fácil, así que asuman la difícil, también: no se van. Pero para cambiarlo, además de decir “que se vayan”, hay que organizar lo que viene. Nos faltó organizar que venga el pueblo.

Y nosotros con Marta tuvimos el privilegio ese, que la autocrítica que hicimos, mirá lo que es la cosas de la vida ¿no? Claudio fue el que presentó la propuesta, el movimiento político, social y cultural, del Nuevo Movimiento Político. Le tocó a él presentarla en el Congreso y a nosotros, hacerla votar. Y fue impresionante porque todos votaron, levantaron las dos manos. Y yo me acuerdo que dije “Se aprobó el movimiento político, social y cultural como autocrítica de no haberlo podido”, porque la autocrítica no es el harakiri. Eso, a llorar a la iglesia.

La autocrítica es resolver los problemas que quedaron pendientes. Eso es la autocrítica. No es lastimarse y destrozarse. Es cambiar. Porque la realidad nos exige, también. Y Claudio lo dijo y nosotros lo aprobamos. Y ya nos íbamos y empezaron a cantar todos “no queremos más alianza, no queremos más traición, queremos un movimiento de liberación”. Los pícaros no querían cualquier movimiento político, social y cultural, quería uno que fuera de liberación.

Y compañeras y compañeros, eso sí lo digo con total certeza porque no cambio, la única manera en que puede haber un gran movimiento de liberación, realmente además de ser político y social nuevo, es con una clase trabajadora organizada, consciente, capaz de conducir los destinos de la clase y del pueblo argentino.

Por eso, compañeras y compañeros, cuando nos animamos a mostrar la Constituyente Social, cuando abrimos causas que lo diferente era no la excusa para fracturarnos sino para construir una verdad colectiva en el 2008. Ahí mismo, ahicito nomás, nos fracturaron la CTA. Nos mostraron que ellos no subestiman nuestras capacidades. Y por eso cómo no voy a decir que sí puedo creer y sí puedo soñar, porque este último 29 de mayo y este último paro nacional tuvo un sello que encabezó nuestra Central de Trabajadores con Pablo Micheli a la cabeza, para decir que estamos vivos y que queremos construir una nueva experiencia de la clase trabajadora.

Y esto sí quiero ponerlo con toda claridad porque, seguro, hay mucho periodismo de todos los medios… sí, no, no hay que subestimar, ellos no nos subestiman. Yo aprendí, mi único error, bah, único, no, muchos; pero uno que cometí el 24 de marzo del ’76, que es de lo único que me arrepiento ese día, fue haber subestimado al enemigo. No me arrepiento de los sueños ni de lo que hice ni de lo que creía, pero sí de haber subestimado al enemigo. Yo jamás pensé que podían ser tan, tan, tan jodidos. No, no lo podía pensar. Lo que hicieron no entraba en mi cabeza y mucho menos en mi corazón. No lo podía pensar. Después con el tiempo, aprendí que en realidad lo que yo estaba subestimando era a mi pueblo. Si ellos eran capaces de hacer eso es porque no subestimaban a nuestro pueblo. Si yo no me di cuenta de eso, es porque yo estaba subestimando a mi pueblo, no al enemigo. Quien subestima al enemigo, subestima lo que tiene.

La potencialidad de lo que tenemos no se puede conocer. Por eso, esto va a ser boca a boca. No nos van a regalar ningún espacio. No nos van a venir a promocionar. Va a ser una construcción. Y sí para nosotros, digo. No, para los medios. Para nosotros. Si algo aprendí después del ’90 es a empezar a entender que no hay polea de transmisión. Y no hay vanguardias iluminadas que nos dicen cómo hay que ser.

Por eso, nosotros sí podemos rescatar, necesitar y abrevar de las organizaciones populares y fundamentalmente de la Central de los Trabajadores, pero cuando nosotros gobernemos como vamos a gobernar, vamos a necesitar que la CTA sea más autónoma que nunca, para que nos ponga los límites, los controles y marque la cancha para construir la verdadera transformación. Ahí está la fuerza organizada.

Sin subestimar yo lo dije, me salió espontáneamente ese día en la Provincia de Buenos Aires, porque he tenido la suerte de ir preparando este manto de afecto que me han hecho, que es impresionante. Ustedes no se dan cuenta. Sí, se dan cuenta, bah. Aprietan. Sí, sí, a mí no me aprieta el apriete. Me mueve el amor. Y eso es lo más importante.

Yo dije ahí: “acepto, si acepta”. Lo dije espontáneamente. Después me puse a hacer números. Claro, ustedes eligen un presidente, candidato, pre-candidato siquiera. Porque hay que ver qué dicen, porque vamos a laburar. Hay que laburar. Otra que las ranitas en la leche.

“Necesitamos dirigentes en serio” 

23 Gobernadores y 1 Jefe de Gobierno, 2,200 intendentes, 35,000 Concejales, 18,000 Consejeros Escolares, más de 3.000 Legisladores Provinciales. Decí que algunas ahora son unicamerales y son un poquito menos. Empezá a contar. Yo acepto si ustedes aceptan. Y vamos a buscar a los que aceptan. Porque necesitamos ir a buscar un montón de compañeras y compañeros más. Tenemos una ventaja. Necesitamos dirigentes que crean. Necesitamos dirigentes que orienten, que se animen.

Necesitamos dirigentes en serio, dirigentes que sean Intendente, Gobernador o Presidente de la Nación; pero que en un país como el nuestro, se comprometen a que si a los 6 meses no fueron capaces de terminar con el hambre en el lugar que están gobernando, tienen que presentar la renuncia, porque no se puede resolver lo menos, lo fácil, lo natural y plantearnos que van a transformar el país. ¿Cómo vamos a convencer a nuestra gente si no podemos resolver el hambre de los más necesitados?

Basta de versos, compañeros. Llueve la comida en nuestro país. ¿Cuánto podemos tardar, a ver? ¿Cuánto podemos tardar en organizar que llegue la comida hasta donde la están necesitando? No es un problema económico ni ecológico. Es un problema de voluntad política. Y esa es la voluntad política que tenemos que ir a buscar. Y hay que pararse y a los demás decirle eso. Y eso no convence quién no está convencido.

Yo recorrí el país y sé que en cualquier lado hay pus. Donde uno toca, salta corrupción. Donde uno aprieta, hay negocio. Y el negocio trae muerte. Eso es verdad. Pero nadie me convence que no se puede, porque recorrí el país una y otra vez, y pude ver que donde nace la pus o sale pus, nace la vida y hay organización popular, que todos los días demuestra que sí se puede, gobernando la realidad concreta para resolver los problemas de la gente.

Hoy, están hablando que no se puede aplazar más a los alumnos, que ése es el problema: si aplazamos o no aplazamos. No, son unos caraduras. No, no, cualquier tema que toquemos en serio, son unos caraduras. Todo, distracción. Está aprobada la Ley de Doble Escolaridad. Ustedes saben lo que sería la Doble Escolaridad. Significaría que los pibes que están en la calle hoy, se los estamos afanando al paco, estarían contenidos. Claro, tendrían que hacer colegios, tendrían que edificar cosas en serio, tendrían que nombrar más de medio millón de trabajadores de la educación.

No se puede porque no hay guita. Los mismos que se rasgan las vestiduras con el tema del no aplazo, aprobaron hace unos días, todos juntos,  que hay que subsidiar el biodiesel, ahí no hay problemas en sacarle guita al estado para bancar a las transnacionales, pero no quieren poner un mango en la educación  como en la salud.

¿Cómo puede ser que estemos pagando el precio de tantas vidas en la salud? Se necesita medio millón de trabajadores de la salud. Y esto no es teórico. Ahí están los salteños. María Lapasset dijo que era una de las tasas más importantes. Vos me hiciste presentar un libro en Salta, un libro hermoso, de los Torres, un médico y una psicóloga. Estuvieron 20 años en Iruya, una zona hermosa, perdida allá en el norte de Salta. Fueron nombrados en la misma época que había un médico con salud de atención primaria.

Como acá estaba Floreal Ferrara, allá el peronismo renovador quería cambiar y mostraba eso. Y los nombraron y aparecieron por ahí y empezaron a hacer atención primaria de la salud. Y empezaron a organizar agentes sanitarios. Presentamos un libro hermoso, porque cuando se cayó ese proyectó, como eso era Iruya, lo dejaron seguir.  Se olvidaron de Iruya. El Obispo Olmedo, ese que apareció el otro día en la TV mostrando la realidad de la pobreza, fue capaz de protegerlo y darle un paraguas especial. 20 años estuvieron. El libro se llama “¿Por qué callan si nacieron gritando?”… Mierda, ¿Por qué callan si nacieron gritando? 20 años de atención primaria de la salud y lograron los mimos niveles e índices epidemiológicos que en Cuba en esa zona.

¡Basta de verso! ¡Basta de negocio! Como dicen nuestros compañeros de AAPM, hay que tener agallas, como los compañeros encabezados con Ricardo Peidro, que están en esta Central para decir que el gran negocio son los laboratorios medicinales y ese gran grupo económico de las empresas de la salud. Y lo que necesitamos es nombrar enfermeras, médicos, auxiliares, agentes sanitarios. Pero aquí hay que decidir pagarlo.

Basta de decir que no hay trabajo. Transformar el hambre en trabajo, ése es el objetivo. El trabajo libera. Nosotros acabamos de presentar con Claudio un proyecto, en un país como el nuestro que es una isla funcionando, un proyecto de reserva de carga para el transporte de entrada y salida de mercadería. Somos una isla funcionando. Eso lo aprendí después de la dictadura, una isla, cómo funciona la economía.

Y Menem entregó toda la Marina Mercante, destruyó todos los astilleros, renunció… ¿Sabés cuál es la reserva de carga de la Argentina después de Corach? Cero. Es la reserva que tiene un país de decir que tiene que transportarse en bodegas del propio país, para pagar impuestos en el país, los elementos que transporta. Bolivia no tiene mar, tiene puerto seco dado por Argentina. Bolivia tiene el 17% de la reserva de bodega y la Argentina tiene cero.

No, no, si para hijos de puta, han hecho cosas importantes. Corach firmó un convenio con la Comunidad Europea, para permitir que vengan a pescar en todas nuestras aguas de la Patagonia, que es uno de los máximos caladeros en explotación en el mundo, pero eso sí, igualó las cargas y dijo que firmaba el convenio que le permitía a los europeos venir a pescar a nuestras costas y que nos posibilitaba a los pesqueros argentinos ir a pescar a las costas de Europa. Hay que ser caradura y tratarnos a nosotros como tontos para firmar esos convenios, pero se firmaron compañeras y compañeros.

¿Sabe cuánto significa eso en puestos de trabajo? Lo medimos con Claudio Lozano. 145,000 puestos de trabajo en la Argentina. Trabajo hay, lo que no quieren es pagarlo. Trabajo sobra, no quieren es que nos permitamos tener la autonomía para transformar. Nosotros pudimos soñar en cosas nuevas y éramos autónomos porque teníamos eso. Nuestros jóvenes hoy, no sólo los precarizan en el laburo, los precarizan para la vida. Quieren que sean realmente y se sientan impotentes para ser protagonistas. Hay apuestan a romper ese futuro. Ahora, claro, para bancar los puestos que hay que tocar, hay que tocar las rentas. Hay que animarse, las rentas mineras, acá dijeron algunas: la renta minera, la renta sojera, la renta ictícola, la renta petrolera y la renta financiera. Cinco rentas fundamentales que hay que volver a tener soberanamente en nuestras manos. Pero para eso necesitamos hacer millones, para eso necesitamos abrir la compuerta, para eso necesitamos creer que nuestro pueblo quiere. Y no solamente haciendo paros muestra que grita.

Yo sí, compañeras y compañeros, el único momento que dudé si valía la pena seguir militando fue en el ’91, porque cuando votaron a Menem en el ’89, esto que no se grabe pero se sabe, lo voté. Sí, yo voté la Revolución Productiva y el Salariazo, pero en el ’91 ya no. Ya eso era mucho, ¿no, Jorge? Era mucho, pero lo votó el pueblo. Y ahí se me hizo un intríngulis, porque puede haber pueblo sin revolución pero revolución sin pueblo no hay, revolución sin pueblo, no. Y necesitamos al pueblo y hay que ir a buscarlo, y el pueblo nos lo dice. Y ellos saben que no pueden abrir la compuerta porque no subestiman a nuestro pueblo.

Lo subestimaron en Loncopué, porque votaron durante 50 años al MPN. Le dejaron decidir si podían elegir la mina a cielo abierto o no a una comunidad de 3,800 votantes. Dijeron “total qué van a hacer si son un pueblo de atrasados, de campesinos, de indígenas”. Le abrieron la puerta pero se equivocaron, porque era vinculante la decisión que tomaban. Y el pueblo decidió en Loncopué, 82% NO a la minería a cielo abierto, contaminante. Le abrieron la puerta a esa decisión. Y por eso no quieren darles la posibilidad a los misioneros que elijan a pesar de que la Constitución dice que es obligatorio hacer la consulta popular. Porque al NO a Corpus le dijimos con el 80%. Perdónenme, pero digan… yo no pude votar pero votamos todos los argentinos con Uds.

Hoy las encuestas dicen 92% le van a decir NO a Mauricio Closs y por eso tiene miedo de abrir la compuerta de la consulta popular. Le tienen miedo a la democracia, porque ellos sí nos subestiman a nuestro pueblo. Y nosotros no tenemos que subestimarlo. Hambre, trabajo, educación, salud, previsión, perspectiva de cambio. Necesitamos animarnos a creer. Y yo, compañeras y compañeros, sí creo… nombré el astillero, y por ahí es un poco largo lo que ya estoy diciendo, pero por lo que viene aguanten.

Quieren la verdad en 3 minutos, todo dicho rápido, con cara de alegría. Sí, sí, es un fenómeno todo, y si es posible por Twitter, cosa de no verle la cara a nadie. Ah, no, así es joda. Así tenemos para rato. Hay que fajarse. Hay que prepararse para esa pelea. Y los que estamos acá, no los otros, los que estamos acá, hay que bancarse ser orientadores. Hay que bancarse salir a buscar.

Yo he aprendido que uno encuentra lo que busca. Uno encuentra lo que busca pero hay que ir a buscarlo, no viene solo. A ninguno de los que estamos acá, por eso me animo a decírselos, primero a mí, a Claudio ni qué decirle, que me ha acompañado en tantas y tantas locuras de ésta, a Marta y a tantos de cada uno de los que está acá, que podría hablar horas de cada uno, lo fue a buscar nadie a la casa. Vinimos todos porque queremos. Y como queremos hay que asumir.

Estábamos en la puerta del astillero, en ése que presentamos la ley, movilizados con todo el astillero. Hace 20 años habían entrado los albatros en el astillero, los comandos de la Marina estaban tomando el astillero. Nosotros estábamos en la plaza ahí de Ensenada, a la mañana, no sabiendo, era un quilombo: “vayan”. Estaban adentro.

Nos habían cerrado. Cavallo y Menem habían dicho “se acabó el astillero”, como se había acabado SOMISA hacía días anteriores. Y nos dijeron “basta”. Y resulta que yo estaba ahí diciendo “el poder son ustedes, tienen que animarse” y dale que va y todo demás que le podía decir para darle manija a la gente y me acuerdo de un viejo que estuvo genial, me dice: “¡Pará, pará, pará! Está bien ¿pero vos qué pensás que hay que hacer?”

No dijo todo lo que yo entendí que me dijo. Porque en realidad lo que me dijo es “escúchame, nos estás diciendo que nosotros somos el poder, ¿pero y vos qué pensás?, te pagamos la licencia, te dejamos que estudies, te dejamos que estés sin laburar, cuando llegan estos momentos nosotros vamos a decidir ¿pero vos qué pensás que hay que hacer?” Y hay que agarrar. Yo podría haber dicho con muchos otros compañeros que lo que había hecho, se había hecho en San Nicolás. Acá hay compañeros de San Nicolás, la mayor acería de América.

Así es, él mandó a la gente a putear a la Plaza de Mayo y arregló con María Julia Alsogaray. Hoy con todos los terciarizados que hay y diciéndole que había que agarrar todo el retiro voluntario. Hoy la droga ahí es dueña en San Nicolás. Hoy es todo negocio. Y hay los compañeros resistentes, que de aquella historia todavía han hecho crecer la Unidad Popular. Nosotros podíamos haber hecho eso, no dijimos eso. Cuando nos apretaron los compañeros, dijimos: “miren compañeros, esto es muy difícil, están los albatros ahí adentro, no se saca a los albatros armados con piripipí”.

Quieren cerrar el mayor astillero de América, quieren terminar de quebrarnos la potencialidad de alguna vez formar astilleros en nuestro país, se tardan tres generaciones construir un soldador. La mayoría de los soldadores de nuestra patria está en Brasil haciendo soldadura. Se pierde cultura de trabajo, se pierde formación. Nosotros le dijimos: “esto es muy difícil, pero la única manera es que hoy desde el sábado a la mañana hasta el lunes a las 6 de la mañana, que es el día que podemos estar en la puerta, vayamos a recorrer Ensenada, Berisso, La Plata y le pidamos a la gente, a nuestra familia, a nuestro pueblo, que nos acompañen a abrir las puertas y entrar al astillero para salvarlo.

¿Lo es difícil? Sí. ¿Necesitamos a la gente? Sí. Lo único que nos comprometemos es que vamos a estar al frente de abrir la puerta frente a los albatros y enfrentar la muerte si es necesario”. Y compañeras y compañeros, seis menos cuarto del lunes nos llamaron por teléfono para decir que se provincializaba el astillero y que los albatros se iban y entramos con el pueblo para hacer la fiesta que significó hoy tener un astillero de pie, que ha salvado la vida de los pibes que hoy están laburando ahí adentro.

 

“El problema no es denunciar, el problema es ganar”

Difícil es, pero hay que orientar. Y los que estamos acá hemos aceptado ir a buscar. Difícil es, no es fácil, la gente sabe que no es fácil ganar el poder.  ¿Quién mejor que la gente sabe que está jodida? ¿Qué le vamos a ir a decir? ¿Le vamos a ir a denunciar a la gente lo que le pasa? ¿Ustedes creen que la política de denuncia alcanza? Comparado con cualquier noticiero de la TV, los partidos nuestros de denuncian quedan al 10%, denuncian mucho más que nosotros.

El problema no es denunciar, el problema es ganar. Nuestro pueblo necesita ganar, y nosotros tenemos que ganar. Y miren quién lo dice, que perdimos varias veces. No voy a contar las de Uds. porque también les conozco unas cuantas. Pero hay que ganar. Yo aprendí que lo que más forma a las personas y también a los pueblos, no sé si me estoy volviendo viejo y entonces emparejo mucho esto ¿no? de lo individual y de lo colectivo, pero lo que más forma a uno es el dolor y la derrota. No hay cosa que más forme.

Yo aprendí a ver al pueblo argentino después del 24 de marzo del ’76. Antes conocí mi país de mochilero. ¿Sabés lo que era? Veía todas las bellezas naturales, pero no conocía ninguna de las luchas que se daban. Después del 24 de marzo del ’76 estoy enamorado de mi pueblo, no hay lugarcito donde no haya una hazaña y una epopeya. Y le debo a todo eso lo que soy y lo que pueden ser mis hijos y mis nietos. ¿Cómo no me voy a formar en la derrota?

Pero la construcción de poder popular se hace en el triunfo. La masividad se organiza en el triunfo. No por casualidad la mayor cantidad de paros, huelgas y movilizaciones que hubo en la historia de la clase trabajadora, a pesar de que nos la quieran negar, fue del 46 al 50, en el siglo pasado, cuando éramos legales, cuando hicimos el 17 de octubre y fuimos capaces de parir esa Constitución de 1949, que planteaba y reivindicaba nuestros derechos.

O después, antes, del 16 al 22, a mayor legalidad institucional, mayor masividad. ¿Por qué se creen que no nos dan la personería a la CTA? Tienen miedo a la democracia, le tienen miedo al pueblo. Nosotros necesitamos ganar. Claro, si ganar, vamos y decimos que vamos a gobernar en el 2015, el Gobierno no nos cree porque es difícil.

Ahora si le decimos que queremos gobernar nuestro destino y en el 2015 vamos a parir una nueva experiencia política y vamos a ganar el derecho a discutir en octubre qué década viene, qué década vamos a construir para gobernar definitivamente nuestro país, sí, eso nos lo creen, eso lo saben, por eso nos van a apoyar y sin lugar a dudas, ése va a ser el triunfo del 2015.

Así que compañero, Carlos Slepoy. Él tenía miedo, decía: “mirá que les voy a decir que en el 2015 no la veo tan cerca”. Y nos entusiasmó con lo de “Podemos”. Vamos a ganar, porque hoy estamos ganando, hoy estamos venciendo a la historia del “no se puede”, hoy estamos animando a soñar. Y para que yo sueñe, tienen que soñar ustedes. Y si soñamos todos, pueden soñar nuestros hijos y nuestros nietos que puedan vivir en un país diferente.

Yo quiero terminar, compañeros, porque dije muchas cosas y me olvido de muchas, perdonen ustedes, porque acá hay compañeros que nos van a acompañar en este sueño. El otro día le hablábamos a 500 pibes en la Facultad de La Plata. Y Juan Carlos Alderete del PTP acaba de recibir, está en agrandado, por suerte para nosotros, porque cuando uno gana, se agranda, y se agrandaron. Y nosotros con ellos, porque acaban de recibir de la Jueza Servini de Cubría, el reconocimiento como Partido Nacional que sin lugar a dudas nos abre la puerta para el frente que queremos construir.

Necesitamos muchos más. Necesitamos a los compañeros de la Corriente Emancipación Sur, esos que se están bancando eso de la pelea por los recursos. O necesitamos a los jóvenes. Sí, no te rías Itaí. Sí, sí, yo no tengo miedo en decir que los necesitamos. Los queremos, además. Los necesitamos y los queremos. Hay que pedir, para que sepan con toda claridad. Yo no creo que vamos a recorrer el país y vamos a tener que inventar a los militantes.

Los militantes ya están. Hay que encontrarlos. Ya están organizados. Ellos son los hijos del 2001. Como hay unos cuántos más. Algunos están en UP, otros no. Nosotros fuimos hijos del Cordobazo. Algunos acá son hijos de la recuperación de la democracia ¿no? Empezaron a militar con la Juventud de Política. El triunfo agranda. Y esos son hijos del 2001. Y empezaron a creer que se podía. Con esos jóvenes tenemos que encontrarnos. Nos ganamos el derecho a que nos escuchen, porque si no hubiéramos hecho lo que hicimos en el 2013, hoy ni nos escuchan.

Decidimos que es más importante ellos que los cargos. Y estoy seguro que no hay que inventarlos. Yo me siento feliz de que me ratifiquen en lo que pienso y siento. Como lo hicieron los compañeros del Frente Riojano de Organizaciones Populares, FROP, que existían sin que nosotros sepamos que existían, hacían lo que nosotros queríamos y están en los mismos sueños que nosotros, compañeros, Uds. son la esperanza mayor que tenemos nosotros, porque hacen lo que hay que hacer sin que nadie de los de acá supiéramos que tenían que existir.

O los de Camino de Los Libres, ¿cómo no los vamos a ver? Hay que ir a encontrarnos con ellos y con muchos más. Seguro que el 19, la semana que viene ¿no? en Tucumán.

Agrandados como estamos, vamos a ir a la Plaza Independencia. Ya no vamos a plantear que vamos a sembrar la UP. Vamos a tratar de hacer el Frente. Hay que discutirlo con los compañeros. Nosotros podemos tener nuestro corazoncito pero uno quiere un nombre, el otro, otro. Pero lo más importante es que se haga. Vamos a estar en esa plaza empezando a convocar el viernes que viene a la construcción de un verdadero frente electoral, que sea base para un frente político diferente y transformación. Vamos a ir ahí a gritar que se puede vivir la segunda y real independencia como alguna vez gritaron. Vamos a ir.

Y vamos a ir a buscar a todos. Vamos a ir a buscar a los pequeños y medianos empresarios, porque en el sector privado, los pequeños y medianos empresarios dan cuenta de más o menos del 80% del trabajo. Hay que ir a buscarlos. Hay que ir a buscar a los pequeños comerciantes. Hay que a ir a buscar a los agricultores, a los productores de la tierra. Hay que ir a buscar a todos.

Ahora, permítanme decirles que yo no quiero mentirles a ustedes. Yo lo voy a hacer desde el único lugar donde siento orgullo, que merece ser hecho, del que me permitió sobrevivir a esa duda de la militancia en 1991. No desde mi identidad partidaria sino desde mi identidad de clase. En el único lugar donde yo sentí que sí era orgullosamente trabajador. Es cierto que después de 141 años, tuvimos que mascullar y aprender que el capitalismo no deviene inexorablemente en el socialismo. Es cierto que tuvimos que el socialismo puede devenir en el capitalismo. Pero para mí hasta ahora no surgió más bella idea en la sociedad y en la historia que el Socialismo.

Cada uno con lo suyo. Tenemos que ver, tenemos que pensar, estamos escribiendo un nuevo manifiesto, estamos construyendo algo mucho más amplio, lo tenemos que ir a buscar; pero quiero que quede claro sin mentirles ni a nosotros ni a los que vamos a buscar, desde dónde lo hacemos. Yo aprendí, compañeras y compañeros, que podemos dejar acá un fajo de billetes de 3 millones de dólares y por más que lo miremos días y días, seguirá siendo siempre lo mismo.

Porque lo que cambia eso, lo que genera la riqueza, es la cabeza, es el lomo, es el esfuerzo, es la creatividad de los trabajadores. Desde ese lugar, lo digo con toda claridad: si somos los únicos que generamos la riqueza, a la hora de producir, queremos ser también y esta presentes a la hora de decidir y gobernar qué se hace con esa riqueza, para construir un país liberado, una Nación independiente y un pueblo feliz.

Germán, Evita, sin lugar a duda, frente a ustedes nos comprometemos a hacerlo realidad.

¡Fuerza, compañeros! ¡Fuerza, compañeras! ¡No deleguen más, porque ustedes están y son el futuro de nuestra Patria!”.

 

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